Como en muchas zonas, dos de los factores que han contribuido al aumento de la contaminación atmosférica y que están íntimamente relacionados entre sí son la expansión de la mancha urbana y los cambios de uso de suelo, principalmente de uso habitacional a comercial y de servicios. Es decir, la problemática trascendental en zonas como La Condesa, la Plaza de Coyoacán, San Ángel, el Centro Histórico de la Ciudad de México y muchas más en el DF, corresponde a los diferentes conflictos que ha traído consigo la incorporación masiva de establecimientos comerciales (bares, cantinas, restaurantes, cafeterías) sobre vialidades primarias. “Las situaciones de ruido más caóticas [...] se presentan durante las noches [...] cuando los establecimientos se encuentran en operación y con un indicé alto de clientes; ocasionando así la molestia y afectación de la población que [ahí] reside” (PAOT (b), 2011: 5). El gran riesgo es que estas zonas tradicionales se conviertan en zona de espacios de trabajo y de intercambio, lo que podría traer como consecuencia una la pérdida considerable de la población que ahí radica. 130