La Corena realiza
gestiones para que las ocho de las 11 comunidades del sur poniente
de la Ciudad se organicen en un grupo que establezca brigadas
de vigilancia dentro de los bosques y evitar el avance de asentamientos
humanos, afectaciones por incendios, o daños ocasionados
por paseantes, informó Nicolás Mendoza, director
de la Región Uno de la Comisión de Recursos Naturales
y Desarrollo Rural, que comprende esa zona.
Estas comunidades aglutinan entre 10 y 12 mil hectáreas
de las 16 mil de zona de conservación del sur capitalino,
explicó Mendoza.
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Las autoridades ambientales aseguran que el Desierto de los
Leones sólo puede sobrevivir con un mantenimiento constante,
en el cual deben participar l Foto: Miguel Fuantos / Reforma
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Los comuneros además participan en la construcción de presas
y embalses en la sierra -en los que se invierten cinco millones de pesos
en éste año-, en la reparación de caminos, y reciben
por ello apoyos económicos del gobierno federal y local, destacó
el funcionario.
Los apoyos económicos también han servido para recuperar
más de 100 hectáreas de terrenos donde se cultivaba avena
y ahora se emplean las tierras para proyectos agroforestales.
Reforma publicó en el transcurso de la semana que en las comunidades
de San Lorenzo Acopilco, San Mateo Tlaltenango y Santa Rosa Xochiac,
ha habido una serie de asentamientos irregulares en territorio del Desierto
de los Leones, sin embargo, funcionarios de las Corena destacaron que
las casas están en los límites del Parque Nacional, aunque
sí se encuentran en zonas de conservación ecológica.
Dentro del parque la zona afectada por los incendios forestales en
1998 aún no ha sido saneada de la madera muerta, a pesar de lo
cual la vegetación ha renacido y cubre casi la totalidad del
suelo afectado. Además, se ha reforestado la zona con 60 mil
árboles que se obtienen de los viveros de la propia Corena.
Mendoza destacó que se está a la espera de que la Secretaría
de Medio Ambiente y Recursos Naturales otorgue el permiso para sacar
la madera muerta.
Aceptó que el Parque sólo puede sobrevivir si se le da
un mantenimiento constante y metódico, y para ello, recalcó,
es necesaria la participación de las autoridades y las comunidades
agrarias que están en el entorno.
Consideran parque en declinación
El Parque Nacional del Desierto de los Leones están "en
declinación", en vista de que no ha sido retirados los árboles
siniestrados en el incendio de 1998, y tiene la constante presión
de la mancha urbana, afirmó Sara Figueroa, presidenta de la Comisión
de Preservación del Medio Ambiente y Protección Ecológica
de la Asamblea Legislativa
"No hay un programa de manejo a la fecha. No lo conocemos. Los
árboles tirados no sólo están ocupando espacio
que podría utilizarse para reforestar, sino que es un peligro
potencial para incendios. El marco normativo es claro, lo que faltan
son acciones del gobierno local y si no pueden administrarlo que lo
regresen al gobierno federal.
"La propia Procuraduría Ambiental del DF acepta la gravedad
del problema. Vamos a llegar a un colapso no muy lejano", consideró
la legisladora del PVEM.
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