Por LAURA CARDOSO TIERRA / Revista Vértigo En la ciudad de México el ozono rebasa la norma ambiental 281 días al año, el agua escasea cada vez más, pues el déficit de recarga del subsuelo es de ciento por ciento y las zonas de reserva ecológica pierden entre 300 y 400 hectáreas por año: son sólo algunos indicadores de que hay una crisis ambiental y urbana. Enrique Provencio, procurador Ambiental y del Ordenamiento Territorial del Distrito Federal, dice que no esperará a que lleguen denuncias ciudadanas para investigar los delitos que dañan al medio ambiente. Por eso iniciará investigaciones de oficio contra quienes dañen el subsuelo, promuevan asentamientos irregulares en zonas de reserva ecológica, tiren basura en áreas no permitidas, hagan mal uso de los residuos industriales, e incluso quienes generen contaminación por olores, ruidos y vibraciones. Aunque la dependencia a su cargo tiene dos meses de haber iniciado con la misión de proteger el derecho de los capitalinos a disfrutar de un medio ambiente y desarrollo urbano adecuados para su salud y bienestar, Provencio emitió seis recomendaciones contra diferentes instancias del gobierno capitalino por violar las leyes en la materia. La primera fue contra la Secretaría de Obras y Servicios, pues durante una obra en Tláhuac dañó el suelo con azolve contaminado. La delegación Iztapalapa también se hizo acreedora a una recomendación por ruido, pues permitía que una empresa trabajara en una zona con uso de suelo habitacional. Las otras recomendaciones fueron hechas contra las delegaciones Benito Juárez, Tlalpan, Cuauhtémoc, Magdalena Contreras y la Secretaría de Medio Ambiente. Los casos están relacionados con talas y construcciones ilegales y afectación de áreas verdes por obras. El ombudsman que nadie conoce Pocos capitalinos saben que ya no tienen que ir ante un ministerio público o juzgados cívicos para denunciar hechos que dañan al medio ambiente. Sin embargo la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial del Distrito Federal (PAOT) no tiene recursos para difundir sus atribuciones, dice Provencio, pues las denuncias llegan a las delegaciones políticas, la Secretaría de Medio Ambiente y la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda. En promedio, anualmente el Gobierno capitalino recibe dos mil 500 denuncias relacionadas con delitos ambientales, sin embargo la atención de estas es dispersa pues no sólo llegan a ministerios públicos sino hasta la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal y la Comisión de Derechos Humanos local. "En estas instituciones nunca los atienden. Hay personas que llevan años presentando sus denuncias. Eso refleja la dispersión. Además, hay duplicidad de funciones y una mala atención", detalla. Dice que este año recibirá por lo menos 800 denuncias, que serán canalizadas de las delegaciones políticas. Hasta la semana pasada, y a dos meses de que inició trabajos la PAOT, se recibieron 60 denuncias; sin embargo, insiste que mucha gente no sabe que ya hay un procurador ambiental. Por eso su reto es dar atención especializada y coordinarse con otras instituciones para detener el deterioro ambiental de la capital, además de superar esa dispersión e ineficiencia en la atención. Las constantes quejas Ninguna delegación se salva de las quejas. Los daños a las áreas verdes son constantes y no sólo en las que tienen zonas de reserva ecológica sino en las demarcaciones centrales, donde hay parques que son patrimonio urbano; la contaminación no sólo es por ozono, sino por ruido, vibraciones y basura; el suelo de conservación está al acecho de las ocupaciones ilegales; hay maltrato constante a los animales, además de violaciones al uso de suelo. Añade que las delegaciones con mayor número de quejas son: Benito Juárez, Iztapalapa, Cuauhtémoc, Álvaro Obregón y Tlalpan. En la mira de la PAOT Explica que la PAOT puede actuar de dos formas: cuando la gente denuncia y a través de una actuación de oficio. En este año la PAOT inició una investigación de oficio contra la Dirección General de Servicios Urbanos del Gobierno capitalino, pues realizó una poda a gran escala en Paseo de la Reforma sin respetar que algunos árboles son patrimonio urbano. Provencio tiene en la mira a las industrias que hacen descarga ilegal de aguas residuales a cielo abierto, en barrancas o parques. No esperará a que la gente denuncie, pues de lo contrario el deterioro ambiental no tendrá freno. También iniciará una investigación relacionada con los usos ilegales del suelo de conservación, no sólo aquellos relacionados con la construcción de viviendas. En este año la PAOT realizará seis investigaciones de oficio -la primera, relacionada con el uso del subsuelo, pues en esta materia hay vacíos legislativos que han derivado en la contaminación de los mantos acuíferos, que a largo plazo no sólo contaminarán el agua que tomamos sino intensificarán los hundimientos de la ciudad. Aunque el próximo año entra en vigor la legislación sobre la disposición de residuos sólidos, la PAOT realizará una investigación sobre la basura que se genera en la ciudad, pues si bien 12 mil toneladas terminan en los rellenos sanitarios, se desconoce qué ocurre con muchos otros residuos. Una investigación aparte, destaca, será la de residuos industriales, pues poca atención se ha puesto a los aceites que son tirados a cielo abierto o depositados en el drenaje. Otra investigación se centrará en la contaminación por olores, ruidos y vibraciones, pues se trata de una contaminación que nunca ha sido atendida. El mejor ejemplo es el de las zonas aledañas al aeropuerto, donde los vecinos son víctimas del nivel de ruido más alto en todo el país. Las barrancas también serán objetivo a investigar pues ahí se llevan a cabo distintas actividades ilícitas, al igual que en los canales de Tláhuac y Xochimilco, donde se realiza el relleno, que representa un riesgo para la población, pero también están contaminados al ser tiradero clandestino o lugares donde se descargan drenajes domésticos o industriales. La última investigación se enfocará al daño del patrimonio urbano, es decir, parques, camellones, corredores urbanos con vegetación e incluso especies de árboles que deben preservarse. Dice que aunque está vigente la Ley de Salvaguarda del Patrimonio del Distrito Federal pocos la conocen y menos la respetan. La crisis ambiental de la ciudad de México El diagnóstico que el procurador ambiental hace de la ciudad de México es negativo. Dice que son muchos los indicadores que demuestran que la situación ambiental es grave. Sin embargo, los únicos que se tienen con mediciones exactas son los que se refieren a la calidad del aire. Esta medición demuestra que en 77 por ciento de los días del año el ozono rebasa la norma ambiental, pero lo más grave es que el agua escasea y cada vez es de peor calidad por la contaminación del subsuelo. Las áreas verdes están en riesgo, agrega, y aunque es difícil medir las pérdidas se estima que en promedio se pierden entre tres millones y cuatro millones de metros cuadrados al año. A eso hay que agregar que no hay una cultura ambiental entre los ciudadanos y constantes violaciones a las leyes ambientales. Por eso el reto de la PAOT es ganarse la confianza y la credibilidad de los capitalinos. | ||
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