(El Universal, 12
de febrero de 2003)
Vigilarán
ciudadanos suelo de conservación
- No asistió la Corena,
lo que fue catalogado como desinterés para sumir compromisos
Por: JOSÉ LUIS
FLORES / El
Universal / Miércoles 12 de febrero de 2003
Con la ausencia de la Comisión
de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corena), que fue interpretada
como falta de interés para resolver la pérdida de
miles de hectáreas naturales, se realizó la segunda
mesa de diálogo sobre la problemática del suelo
de conservación.
En un documento, que se entregó a todos los participantes,
el presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Arnold
Ricalde de Jager, enfatizó en que la ausencia de la Corena
significó la falta de interés para asumir compromisos.
Él documento señala también que diversas
autoridades se quedaron en espera de su información, ya
que corresponde a esa instancia el diagnóstico de invasiones
al suelo de conservación.
Entre otras dependencias señaladas en el documento aparecen
la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales del
gobierno federal, la Procuraduría Federal del Medio Ambiente,
la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial,
la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal,
delegaciones con suelo de conservación y comuneros, entre
otros.
Algunas de las conclusiones de ese foro, fueron que la Procuraduría
Ambiental debe conformar una red de ciudadanos que vigilen el
suelo de conservación del DF. También hace falta
que esta instancia informe con claridad cuáles son las
áreas que tienen estas características, para evitar
que defraudadores vendan los terrenos a personas de buena fe.
Jaime Schlitler, encargado del Medio Ambiente en Cuajimalpa, resaltó
el "nefasto" desempeño de la Secretaría
de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi). Denunció que
el mecanismo es el siguiente: las autoridades delegacionales permiten
que diversos grupos invadan zonas de reserva. Cuando el número
de personas es considerable, otras autoridades los abastecen de
servicios y en este contexto, la Seduvi plantea regularizar los
terrenos y los somete a consulta pública.
Generalmente este tipo de consultas asisten en su mayoría
los interesados o sus familiares y el predio es regularizado,
con lo que se pierde la posibilidad de recargar el acuífero.
|