México D.F. a 25 de noviembre de 2003

Bosque de Santa Fe, se adueña individuo de reserva ecológica
Vecinos: en marzo un hombre desconocido cerró una barranca y empezó a urbanizarla
Por / Johana Robles

La barranca de La Morena, ubicada en Santa Fe, ha sufrido un grave deterioro ambiental este año, pues el río que la cruza es hoy un canal de desagüe, un manantial está a punto de secarse y los árboles han sido talados de manera indiscriminada.

Todo esto porque, según denunciaron vecinos, en marzo pasado apareció el presunto dueño de la propiedad y sin identificarse comenzó a destruir áreas verdes y a rellenar con cascajo la barranca, con el fin de acondicionar el terreno para un desarrollo inmobiliario.


Vigilancia; la zona es custodiada por personal de seguridad que, en ocasiones, porta armas e impide la entrada hasta de autoridades (Foto: Sergio Suárez / El Universal)
Y es que la zona de Santa Fe es una tierra atractiva para invertir por su ubicación y exclusividad, aunque alrededor se localicen colonias populares que sufren por la falta de servicios básicos.

El metro cuadrado se cotiza en unos 2 mil dólares, lo que lo hace rentable para los constructores y desarrolladores inmobiliarios.

Sobre La Morena vecinos del lugar señalaron que "esta zona pertenece al gobierno federal, es de reserva ecológica ¿cómo es que ahora tiene dueño?".

Conformados en una comisión, colonos de Santa Fe denunciaron el deterioro ecológico de lo que ellos conocen como el Bosque de Santa Fe desde hace más de treinta años.

"Aquí veníamos a jugar de niños, había una cancha de fútbol para los jóvenes y ahora está todo invadido", comentó Isabel Tadeo.

Desde marzo se percataron de movimientos extraños en la zona. Los letreros que colocó la delegación Álvaro Obregón para impedir que se tirara basura en la barranca, fueron pintados y ahora tienen la leyenda "Propiedad privada".

Mauricio Montero, integrante de la Comisión del Pueblo de Santa Fe, dijo que desde hace cuatro meses comenzó la invasión y la tala de árboles. Señaló que varios de los vecinos se acercaron a pedir explicaciones, pero vigilantes armados les impidieron el paso. "El que se dice dueño debe ser alguien muy poderoso", consideró.

Después de que se talaron casi todos los árboles que estaban al lado de la carretera federal MéxicoToluca, "llegaban cientos de camiones durante todo el día y tiraban el cascajo", pero pararon debido al deslave que se registró en septiembre tras las fuertes lluvias.

Así que por el momento los invasores no se han presentado en el lugar, mientras la Comisión Nacional de Aguas concluye con las obras de reparación.

Sin embargo, desde hace un mes no se les permite el paso al bosque, porque de pronto amaneció una malla ciclónica que lo rodea.

"Antes al menos pasábamos, ahora ni eso y eso ha enojado mucho al pueblo", señaló.

Y es que el Bosque de Santa Fe es un propiedad de la nación y adoptado como área verde del pueblo. En 1974 el entonces presidente Luis Echeverría lo expropió y catalogó como reserva ecológica federal. "No hay dueño particular, se trata de una invasión y lo peor es que están acabando con uno de los pulmones más importantes de la ciudad", dijo Montaño En cuanto al río y el manantial, la comisión explicó que el primero sirve como canal de aguas negras del Corporativo Santa Fe, mientras que el manantial aún no se pierde por completo por lo que tienen la esperanza de rescatarlo.

La lucha

El pueblo de Santa Fe está decidido a no perder el bosque, por ello conformaron hace dos semanas una comisión para darle seguimiento a los escritos que han girado a dependencias locales y federales.

Ismael Bejero, descendiente de quienes conformaron las primeras colonias en Santa Fe, denunció el hecho en marzo de 2003 ante la Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial del Distrito Federal (PAOT), y ésta aceptó el reclamo "porque cumple con los requisitos legales respectivos".

Igual respuesta obtuvo de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente. Por su parte, la Comisión Nacional de Avalúos de los Bienes de la Nación presentó una denuncia ante el ministerio público federal Hipólito Fernández.

Sin embargo, hasta la fecha la averiguación no ha prosperado. Bejero relató que cuando el ministerio público acudió al lugar presenció cómo los camiones arrojaban el cascajo, pero sospechosamente recibió una llamada a su celular y se limitó a decir que no podía actuar.

Es por ello que los habitantes de Santa Fe tienen dudas y sospechas del presunto dueño y de cómo se lleva a cabo el proceso judicial.

Mauricio Montero e Ismael Bejero sostuvieron una reunión con Vicente Anaya Cadena, director general de Patrimonio Inmobiliario Federal, en la que se les dijo que efectivamente las 15 hectáreas que ellos llaman el Bosque de Santa Fe corresponden al decreto expropiatorio de 1974, "pero que debíamos esperarnos porque era algo tardado y no podían presionar", dijo Bejero.

La comisión del Pueblo de Santa Fe sólo quiere que se respete la ley y no siga la invasión en la zona, consideró Bejero.