Los árboles que por su cantidad
predominan en el escenario urbano, los eucaliptos, han llegado a su
fin en la ciudad de México.
El derribo y poda de 290 eucaliptos en Churubusco, después de
la caída de uno de ellos que ocasionó la muerte de un
niño, marca el inicio de una campaña que durante los próximos
25 años habrá de sustituirlos, prácticamente en
su totalidad, por otras especies.
"En la ciudad, por lo menos 4 mil eucaliptos situados en vialidades
primarias representan ahora un riesgo de protección civil y deberán
ser retirados en forma gradual", informó la secretaria de
Medio Ambiente, Claudia Sheinbaum.
En su tierra nativa, Australia, el árbol introducido en la ciudad
por Miguel Angel de Quevedo y masivamente sembrado a mediados del siglo
pasado, puede llegar a vivir hasta 100 años.
"Pero en el Valle de México, por las condiciones ambientales
adversas tienen un promedio de 50 años al cabo de los cuales
mueren y agravan su carácter de riesgo para la población
por la elevada probabilidad de caer", apuntó el director
general de Bosques Urbanos, Fedro Guillén.
En la capital del país, el arribo desde Australia, vía
Los Angeles, en abril del 2001 del Glycaspis brimblecombei, un diminuto
insecto que al reproducirse como plaga, chupa la savia de las hojas
e induce el desecamiento del árbol, aceleró la mortalidad
de los 9 millones de eucaliptos distribuidos en la metrópoli.
La temporada de lluvias detonó este año la crisis de
los eucaliptos. Por lo menos 20 árboles de la especie cayeron
y el derrumbe de uno de ellos sobre un auto Honda Civic provocó
el 5 de junio la muerte de Aarón David García, de 14 años
de edad, en Río Churubusco y Plutarco Elías Calles.
El peso del agua de lluvia acumulada en el madero muerto, el reblandecimiento
de las raíces, adicionalmente atacadas por parásitos depredadores
y la estatura que regularmente torna quebradizas las ramas y el tronco,
propició el fin de los eucaliptos.
"Desde hace dos años dejamos de sembrarlos, ya no se producen
en los viveros y ahora hay que comenzar a sustituirlos en forma gradual
por especies más adecuadas para la ciudad", anotó
Sheinbaum.
"En los próximos 20 o 25 años, el eucalipto debe
haber sido sustituido en su mayoría por especies que cumplan
con criterios definidos, por ejemplo, menor demanda de agua, porte de
estatura mediana, prestación de servicios ambientales",
anunció Guillén.
De acuerdo con la norma de podas, que entró en vigor a principios
de este mes, el retiro de cada eucalipto habrá de ser compensado
con un árbol de otras especies que haya alcanzado una altura
de tres metros, con la intención de garantizar su sobrevivencia.
"También tenemos un problema de sobredensidad en avenidas
como Churubusco, así que la restitución de árboles
se hará con el objetivo de armonizar el crecimiento de áreas
verdes en la ciudad?, comentó Guillén.
Restituirán con otras especies
El inventario de áreas verdes urbanas, recién elaborado
por el Centro GEO, será la referencia para definir qué
delegaciones deben ser más reforestadas en parques, jardines
y camellones, pues hay mayor necesidad de árboles en las delegaciones
Benito Juárez, Cuauhtémoc o Iztacalco.
Un catálogo, también presentado este mes, indica cuáles
son las 110 especies adecuadas para las características urbanas
de la metrópoli y con las que serán reemplazados los eucaliptos.
Fedro Guillén hizo énfasis en que los eucaliptos, son
parte del patrimonio natural de la ciudad de México, "pero
los estudios confirman que 85 por ciento de los árboles que ofrecen
riesgos a la seguridad de las personas, son eucaliptos y es necesario
sustituirlos, poco a poco".
Sembrados en camellones con escaso suelo que limitan la consolidación
de las raíces, demandantes de grandes cantidades de agua que
han dejado de estar disponibles, colocados en taludes con inclinaciones
prolongadas, expuestos a la contaminación del aire que debilita
su capacidad de defensa ante el ataque de plagas, los eucaliptos son
muy vulnerables en la capital del país.
Ampliarán áreas verdes urbanas
Una vez que las hojas dejan de regenerarse al cabo del desecamiento
del tronco, los residuos de las raíces son carcomidas por plagas
depredadoras, lo que debilita la base, en tanto que el peso regular
del árbol llega a aumentar en temporada de lluvia hasta en 15
por ciento, debido al acumulamiento de agua, de manera que en cualquier
momento puede precipitarse sobre la calle.
El retiro de cada eucalipto tiene un costo promedio de mil 500 pesos,
aun cuando el trabajo es realizado por el personal asalariado y con
el equipo de gobierno.
Hasta ahora, la mayor parte de los troncos troceados para poder ser
transportados, han tenido por destino la planta de elaboración
de composta, situada en el relleno sanitario de Bordo Poniente y se
estudia la posibilidad de venderlo a empresas, expuso Fedro Guillén.
"El retiro de los eucaliptos es necesario y de ninguna manera
representa que el nivel de áreas verdes en la zona urbana disminuya;
por el contrario, el objetivo es ampliarlas, regenerar los servicios
ambientales de recarga del acuífero, oxigenación, sombra,
relajamiento de las personas y también captura de carbono y aportar
a la mitigación del efecto de cambio climático?, concluyó
Guillén.
Hacen Inventario de Áreas Verdes
El 20 por ciento de la zona urbana está integrada por superficie
vegetal en camellones, parques y jardines, precisa el Inventario de
Áreas Verdes Urbanas elaborado por el Centro Geo para la Secretaría
de Medio Ambiente.
"Antes del inventario se estimaba que únicamente 7 por
ciento del suelo urbano correspondía a áreas verdes, pero
al incluirse los jardines privados, las barrancas y muchos espacios
pequeños que no cuentan con ningún tipo de manejo, ahora
sabemos que es la quinta parte?, comentó el director general
de Bosques Urbanos, Fedro Guillén.
El contraste entre delegaciones es significativo. Mientras Álvaro
Obregón cuenta con 40 por ciento de su superficie urbana como
áreas verde, Benito Juárez apenas dispone de 4 por ciento.
"La importancia del inventario es que por primera vez, con precisión
científica, nos permite saber qué tenemos, en dónde
está y cómo debemos manejarlo, no sólo para conservarlo
sino aumentarlo" planteó Guillén.
El retiro de eucaliptos y otros árboles que constituyan riesgo
de protección civil será compensado en sitios indicados
por el Inventario, de manera que será en delegaciones con menor
densidad arbórea en donde se cultiven especies adecuadas para
las características de la ciudad.
"En Churubusco hay un problema de sobredensidad y por eso tenemos
que ubicar espacios en donde es necesario sembrar más árboles,
por ejemplo en Iztapalapa o Iztacalco", apuntó Guillén.
Elaborado con una inversión de un millón de pesos y un
convenio de carácter académico, el Inventario está
basado en fotografías satelitales con una resolución que,
en computadora, permite analizar, por ejemplo, en qué zonas de
la ciudad las áreas verdes producen mayor actividad de fotosíntesis
que intercambia absorción de bióxido de carbono por emisión
de oxígeno.
"Sabemos que ahí está, pero no sabemos qué
es y por eso la información del sistema ahora tiene que ser cotejada
en cada delegación para precisar cuáles son las especies
de plantas o árboles, cómo deben ser cuidadas y en dónde
es necesario cultivar", resaltó Fedro Guillén.
Atenderán recomendaciones
El gobierno atenderá las recomendaciones de la Procuraduría
Ambiental y el Ordenamiento Territorial, derivadas de talas excesivas
realizadas a fines del año pasado por las autoridades en Paseo
de la Reforma y el Centro Histórico.
"En ambos casos se realizan estudios para ver de qué manera
se compensa el daño realizado", subrayó el director
general de Bosques Urbanos, Fedro Guillén.
En el caso de Paseo de la Reforma, la Secretaría de Turismo,
por cuya petición se realizó el corte desmesurado, realiza
un estudio para determinar un mecanismo de resarcimiento, al igual que
el Fideicomiso del Centro Histórico.
"La lección de las recomendaciones de la PAOT es que las
autoridades ambientales deben tener conocimiento cuando otras autoridades
realizan podas, incluso en algunos casos será necesario realizar
un estudio de impacto ambiental", acotó Guillén.
Hizo énfasis en que ahora ni los particulares ni el gobierno
puede afectar el arbolado sin que la sociedad reclame; "por fortuna,
la ciudadanía se convierte poco a poco en el mejor guardián
de los árboles".
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