México D.F. a 12 de julio de 2003


Hace un año, Héctor Chávez López acarreó burros a la Asamblea; en octubre, será el delegado en la Magdalena Contreras

Por Carina García

Hace un año, Héctor Chávez López hasta burros acarreó en vehículos oficiales para nutrir una protesta vecinal. En octubre próximo asumirá la jefatura delegacional en la Magdalena Contreras.

Chávez López era director general de Participación Ciudadada de la delegación Magdalena Contreas cuando facilitó los vehículos oficiales para trasladar a los burros hasta la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Ahora, por voluntad de 31 mil 808 ciudadanos, conducirá el destino de esta demarcación.

Su trayectoria incluye señalamientos de nepotismo, pues su padre, Marino Chávez, es secretario particular del actual delegado, Carlos Rosales.

Protesta para exigir el cambio de uso de suelo en El Oasis (La Crónica de Hoy)

Pero eso es lo de menos, pues el efecto Andrés Manuel López Obrador y la fuerza de la Corriente de Izquierda Democrática, la principal corriente interna del PRD, lo llevaron al triunfo.

PROTESTA ANIMAL. El 15 de octubre del 2002 frente a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) ocurrió un plantón sui géneris.

Vecinos de la Magdalena Contreras exigieron a los diputados locales la aprobación del cambio de uso de suelo en un predio, conocido como El Oasis, para hacer posible la construcción de una preparatoria pública.

Lo novedoso de la protesta fue que se hicieron acompañar de cuatro burros, para cuyo traslado se emplearon camionetas de la jurisdicción.

Además, según se asienta en la denuncia que por ese presunto desvío de recursos fue presentada ante la Contraloría Interna del DF, en la protesta participaron activamente más de una veintena de funcionarios, entre ellos Chávez, contra quienes se levantó la denuncia.

Pero la sanción impuesta por el jefe delegacional a sus subalternos por participar en horas laborales en actividades ajenas, fue sólo el descuento de un día de salario.

Respecto al empleo de recursos públicos nada ocurrió.

La indagatoria “duerme el sueño de los justos”, pues después de ocho meses no se ha informado a los denunciantes, diputados de PAN, PRI e incluso del PRD, sobre el resultado.

Así, Chávez asumirá la administración delegacional con la sospecha de desvío de recursos, pero sin sanción, y con la certeza, esa sí, de violación a otras leyes.

Y es que resulta que a contrapelo de la pasividad de la Contraloría, la Procuraduría Ambiental, ante la cual el PVEM presentó una denuncia, sí emitió un dictamen: se violaron las normas para el trato digno y respetuoso a los animales.