El programa Hoy No Circula
empezó a ser rebasado, por lo que es necesario que se modifique
y reestructure para que se convierta en una auténtica herramienta
de control y prevención contra la contaminación.
El consejero de la Procuraduría Ambiental y Organización
Territorial del Distrito Federal, José Luis Benítez Gil,
afirmó lo anterior y dijo que existen elementos de esta medida
que ya dejaron de funcionar.
Benítez Gil dijo que, además, la norma para obtener una
"calcomanía cero" -que permite exentar esta restricción-
sigue sin modificarse, por lo que día a día se añaden
al parque vehicular y a la circulación cotidiana vehículos
cada vez más obsoletos cuyo convertidor catalítico ha
dejado de ser operativo.
En entrevista propuso que para ir dando solución el deterioro
de la calidad del aire en la ciudad es indispensable aplicar acciones
paralelas, como la instrumentación de programas que faciliten
el cambio de modelos antiguos de vehículos por más recientes.
Lo anterior, agregó, hasta lograr reducir al mínimo posible
la circulación de modelos atrasados, los cuales contribuyen en
un 70 por ciento de las emisiones totales de contaminantes; pero también
se deben mejorar los combustibles actuales, por ejemplo, reducir el
contenido de azufre de los mismos.
Otra de la acciones que se ha dejado de promover es fomentar el uso
de vehículos que utilicen combustibles más limpios, como
gas natural comprimido, gas LP e hidrógeno, entre otros, así
como de vehículos eléctricos, e incluso fomentar que los
automovilistas repongan el convertidor catalítico.
El ex diputado local por el Partido Verde Ecologista de México
insistió en la necesidad de actualizar las acciones del programa,
porque sólo a través de un proceso de verificación
estricto y transparente puede asegurarse el cumplimiento de la normatividad.
Añadió que desde su instrumentación, el Hoy no
Circula se caracterizó por ser un programa sin precedentes, debido
a que las sanciones fueron las más altas jamás impuestas
para un delito administrativo en materia de tránsito (30 días
de salario mínimo y la incautación del vehículo
por 48 horas a quien circulara en un día no permitido).
Oficialmente, dijo el funcionario, el programa se ha considerado un
éxito; sin embargo, un análisis de la información
disponible hace dudar sobre esta interpretación y puede considerarse
que los resultados son pobres, comparados con los costos incurridos.
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