Luego de meses de investigación, la Procuraduría
Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT) emitió por fin una
recomendación para detener el deterioro ecológico y los
asentamientos humanos en Xochimilco.
En esta, la primera recomendación que emite la PAOT por un área
natural protegida, se señaló la incapacidad mostrada por
la Secretaría del Medio Ambiente capitalino, las autoridades delegacionales
y la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corena)
para poner fin a la situación, que ha causado un deterioro ecológico
irreversible.
En su recomendación, la número 07/2003, la Procuraduría
señaló la nula vigilancia de Corena en la zona, que ha sido
incapaz de iniciar los procedimientos administrativos correspondientes
y poner un alto a las invasiones con “medidas correctivas”
y la presentación de las denuncias penales correspondientes.
Y es que, expuso, a pesar de que a raíz del desalojo de Amalacachico,
en octubre del 2002, diversas personas iniciaron juicios de amparo para
impedir nuevos desalojos, los cuatro procedimientos concluyeron con sobreseimientos,
sin que por ello la autoridad haya actuado.
“Por lo tanto no hay impedimento para que continúe con el
procedimiento de recuperación de la zona” y por eso se instó
a las autoridades de Corena a aplicar las medidas correctivas correspondientes.
En lo que toca a la Dirección General de Obras y Desarrollo Urbano
de la demarcación, la PAOT señaló que no realizó
las verificaciones correspondientes de vigilancia.
Por eso, en el documento se reconoce que a diez años de la declaratoria
de la zona chinampera de Xochimilco como patrimonio de la humanidad aún
no existe un programa de manejo correspondiente, y por tanto la Secretaría
del Medio Ambiente ha incumplido con responsabilidad.
Además, por omisión se ha permitido la descarga de agua
contaminada en la zona, se ha violado la Ley de Residuos Sólidos
al permitirse descargas y se han suministrados servicios de forma ilegal.
Con anuencia de las autoridades locales y federales, y por “inacción”
se posibilitó durante años el relleno de canales, la venta
ilegal y la grave contaminación de mantos fréaticos, concluye.
Por todo ello la zona vive un alto grado de deterioro ecológico,
los daños son irreversibles y ya son 43 las hectáreas ocupadas
de forma irregular.
Las dependencias señaladas deberán responder en un plazo
de diez días a partir de que fueron notificadas, es decir el próximo
jueves, sobre la aceptación de la recomendación
ANTECEDENTES. Tal como lo publicó Crónica, la zona en cuestión
comenzó el proceso de invasiones en 1997 sin que ninguna autoridad
actuara frente a las denuncias vecinales.
Nadie tampoco fue sancionado por lo que marca el nuevo código penal:
de uno a 6 años de prisión o 100 a 500 días de multa
al que deteriore las áreas naturales protegidas, y de dos a 6 años
de cárcel y de 500 a dos mil salarios mínimos al que contamine
o invada zonas ecológicas.
Incluso en mayo pasado la PGR determinó que no era competente para
investigar el caso, y lo turnó a la PGJDF, que tampoco ha concluido
su investigación.
Y ni siquiera la delegación Xochimilco, la Corena o la Dirección
de Regularización de la Tenencia de la Tierra han presentado denuncia
alguna con el fin de recuperar el área de conservación ecológica.
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